sábado, septiembre 07, 2013

Dime, amor mío.

Paul Klee, Hesitation, 1906
¿Por qué vuelas si no tienes alas?
Corres como el agua en el arroyo.
Luces tan libre como el viento y las aves del campo.
Dime qué es lo que esconden tus manos.
Qué es lo que guardan con ferocidad.
Tus ojos, estrellas brillantes
Guían mi camino en la oscuridad.
Sin embargo, sólo iluminan lo necesario, nunca más allá.
¿Por qué sonríes si no tienes boca?
Se escucha un tarareo suave y somnífero.
Los grillos nocturnos tocan el violín con destreza
Y las ranas llevan a cabo su cotidiano canto.
Veo poco, pero siento todo.
El frío me congela hasta el alma,
Llegas con tu elegancia a calentar mi ser,
Quemándome sin misericordia con tu belleza intangible.
¿Por qué me seduces sin yo haberte encontrado?
Te busco con ansia
Sin darme cuenta que eres todo lo que veo.
Camino solitaria y melancólica
Tú me acoges en tu regazo oscuro.
Los árboles me rodean y me miran con curiosidad
Preguntándose qué es lo que ves en mí.
Sé que estás ahí, pero no te descubro.
¿Por qué te amo sin haberte visto?
Las flores dormidas abren a veces sus pétalos,
Contemplan el espectáculo interesadas.
Me doy cuenta de ti, de lo que eres.
La brisa lo dijo casi inteligible.
Eras tú, la noche negra y estrellada.
Subí entonces para que danzáramos.
Brillamos en el campo oscuro, frente a los animales nocturnos.
Ahora, ¿por qué aquella luminosidad intensa nos ahoga lentamente?

0 comentarios:

Dí lo que piensas...