Lord Frederic Leighton,Light of the Harem, detail,circa 1880. |
Te busqué en el reloj de un
desconocido.
Miré a mi alrededor y no te encontré.
El sol de mediodía hacía todo claro.
Sin embargo, no te vi.
Te busqué en mis libros.
En las hojas con orejas en sus
esquinas.
No estabas.
Escribí.
Tomé en mi mano el lápiz casi sin
punta y escribí.
¿Dónde estabas si no en mis escritos?
Te busqué en mis sueños.
No obstante, desperté antes de
encontrarte.
Te busqué sin cesar toda mi vida.
Pero encontré primero a la muerte en
mi camino.
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